Vamos a abrir este melón: ¿la miel es saludable?

Algunos consideran que no es más que azúcar y ya, y otros defienden sus poderes terapéuticos y promulgan su consumo habitual, incluso diario, como si de una pócima mágica se tratara (en mi opinión, un error garrafal. No debemos promulgar el uso de NINGÚN azúcar). 

Mi opinión (y sí, SOLO es mi opinión): es cierto que la miel, sobre todo si es cruda y de calidad, contiene numerosas vitaminas y minerales, además de polen, y otros componentes que mejoran el sistema inmune. Cierto es también que la cantidad de estos componentes es tan mínima, que deberíamos consumir una gran cantidad de miel para que sus efectos fueran notorios. Algo completamente contraproducente pues los efectos adversos de la gran cantidad de azúcar que contienen sobrepasan a estos mínimos beneficios. Aun así, es mejor endulzar el café con una cucharadita de miel cruda que con una de sacarosa o de sacarina.

Dicho esto, la cantidad mínima diaria recomendable de azúcar añadido es ZERO (no estamos hablando del azúcar de las frutas). Aún así, los que tienen el paladar muy acostumbrado al dulce encontrarán todas las recetas sin azúcar sosas. En este caso podéis añadir un poco de endulzante para darle algo más de dulzor, e ir reduciendo cantidades cada vez para acostumbrar al paladar a disfrutar de la comida sin azúcares.

En este post os hablo de mis alternativas (realmente saludables) para endulzar mis postres o bebidas.

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