¿Soy la única a la que le chiflan las tostadas con cremas untables? Y no, no hablo de la Nutella, sino del tahini, la crema de avellanas, de almendras, y un largo etc. ¡Las posibilidades son infinitas!

Hace unos días «experimentando» descubrí una mezcla de anacardos, coco y sésamo espectacular. Algo más dulce que el tahini, pero sin llegar a ser empalagosa como algunas cremas de cacao.

Por cierto, puede que algunos estéis pensando: ¿aceite de coco? ¿pero no era malo?

La industria alimentaria nos ha hecho creer que todas las grasas saturadas son malas, y por ende, el aceite de coco, que es casi en totalidad grasa saturada es insano y debe evitarse a toda costa.

Esta creencia es, en mi opinión, injustificada, y ha hecho mucho daño. Muchos de los “estudios” en los que se basa esta premisa utilizaron aceite de coco hidrogenado (también llamado trans), presente en la mayoría de bollería industrial y que efectivamente es una porquería, como todas las grasas trans.

Este aceite trans no tiene nada que ver con el obtenido de la primera prensión en frío, también llamado “virgen extra”. Este último tiene múltiples propiedades beneficiosas, que de hecho, darían como para escribir una tesis. ¿Queréis que haga un post sobre ello?

Volviendo al motivo de este post, esta crema untable acompaña bien tanto con dulce (manzana, higos…) como con ácido (kiwi, frutas del bosque).

El otro día la probé untada en unas madalenas caseras de plátano y manzana, con unas moras como topping que acababa de recolectar en el bosque. ¡No podía ser más feliz!

¿Os animáis a probarla?

INGREDIENTES (1 bote mediano):
  • 100 g de semillas de sésamo crudas ecológicas
  • 100 g de anacardos crudos ecológicos
  • 50 g de aceite de coco virgen extra ecológico
PREPARACIÓN (15 min):
  1. Tostamos ligeramente las semillas de sésamo y los anacardos en una sartén tapada, a fuego medio. Cuando explote la primera semilla apagamos el fuego.
  2. Mezclamos el sésamo, los anacardos y el aceite de coco con una batidora potente. Os recomiendo hacerlo de la siguiente forma: trituramos 30 seg con velocidad ascendiente hasta llegar al máximo, y luego bajamos la pasta con una espátula hasta el fondo del recipiente. Repetimos 4 o 5 veces hasta que quede tipo crema. ¡Y ya lo tenemos!

La podéis conservar dentro o fuera de la nevera. Yo os recomendaría guardarla dentro para que los aceites del anacardo y sésamo no se oxiden, pero tened en cuenta que en frío el aceite de coco solidifica, con lo que la crema quedará más dura.

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