¡Qué manía con ver la pastelería como «pecado» y como algo a tomar únicamente en ocasiones especiales y encima con culpa! Por favor, no promovamos este mito. Lo que hace que un pastel sea insano, no es su nombre sino sus ingredientes (si son de calidad, con poco o nada de azúcar ni edulcorantes artificiales, grasas malas ni harinas refinadas, no tenemos por qué sufrir). Aunque claro, siempre con cabeza, no nos comamos una tarta entera cada día.
Esta receta es fácil fácil fácil, y aunque lleve la palabra «tarta» es saludable a más no poder. Aun así, queda de lo más resultona, así que podrá servir tanto como postre de la comida de navidad como para el desayuno entre semana.
Además, es VEGANA, SIN AZÚCARES AÑADIDOS y SIN CEREALES. ¿Se puede pedir más?
INGREDIENTES (molde 24 cm):
Base:
- 120 g de almendras crudas
- 100 g de harina de algarroba
- 50 g de aceite de coco virgen extra ecológico
- 1 cp de hojas de stevia en polvo (la estevia PURA es 300 veces más dulce que el azúcar, con lo que con 1 cp basta. Ojo que muchas stevias vienen refinadas y rebajadas con otros endulzantes, con lo que hay que poner más cantidad).
Relleno:
- 200-300 g de compota de manzana
- 1 manzana laminada
- 2-3 cs de tahini
- 1-2 cp de canela ceylan en polvo
PREPARACIÓN (30 min):
- Preparamos la base: trituramos las almendras hasta pulverizarlas. Añadimos los demás ingredientes a la batidora y trituramos hasta que la masa quede homogénea.
- Repartimos la masa sobre un molde de silicona platino (yo uso los de la marca Lekuée). Debe quedar una capa de grosor homogéneo de 0,5-1 cm, excepto en el borde que debe tener un poco más de grosor.
- Untamos crema de tahini por toda la base.
- Añadimos por encima una capa de compota de manzana.
- Cortamos la manzana a láminas muy finitas. Las distribuimos por encima de la compota.
- Horneamos a 180ºC durante 20 min, con el horno previamente calentado.
- Espolvoreamos canela por encima y servimos.
Se puede tomar caliente o fría.