RECETA PIZZA PROTEICA SIN GLUTEN DE AVENA Y ZANAHORIA

¿Soy la única a la que las pizzas industriales le sientan como una patada en el estómago? Será por la mala calidad de los ingredientes (harinas refinadas, mucho gluten, grasas trans) pero me dejan «chof» todo el día, mi pobre estómago tiene que luchar durante horas para digerir esta bomba.

Si os pasa lo mismo (o no, pero tenéis ganas de experimentar) os propongo una receta diferente, saludable y taaaan deliciosa. Es una alternativa genial a la típica pizza de trigo blanco, pero en este caso integral, sin gluten, y con mucha menos proporción de hidratos y más de proteína y fibra. Por tanto, no produce picos glucémicos, y sacia mucho más.

En general, las pizzas integrales, y más si son sin gluten, no me matan. Como suben poco, hay que usar mucha harina para hacer la pizza y acaba quedando tipo “mazacote”. Y al final, cada bocado de pizza solo sabe a harina, muy soso. ¿Os suena la historia? Si sois intolerantes al gluten o lo evitáis por algún otro motivo, seguro que me entendéis. Bueno, no me expliquéis porque, pero esta receta no queda NADA mazacote, y no se le nota nada el sabor a harina. No os engañaré, no tiene nada que ver en textura, color o sabor a una pizza «normal», pero siempre digo que la normalidad aburre.

¿Os animáis?

RECETA PIZZA PROTEICA SIN GLUTEN DE AVENA Y ZANAHORIA
INGREDIENTES (1 persona*):
  • 2 zanahorias medianas o 1 grande
  • 45 g de copos de avena sin gluten o harina de trigo sarraceno
  • 15 g de proteína de guisante (podéis sustituir por copos de avena o trigo sarraceno)
  • 1 huevo
  • 1 cp de sal marina
  • 1 cp de cúrcuma
  • 1 cc de pimienta
  • 1 cp de albahaca
Toppings:
  • salsa de tomate casera: 2 tomates (o 200 g de tomate triturado), AOVE, sal y orégano.
  • 1 calabacín
  • 1 lata de atún
  • alcaparras
  • olivada
  • orégano

*Las proporciones están calculadas para 1 persona, ya que con estas cantidades se llena una bandeja de horno entera. Si se desea hacer la pizza para 2 personas, deben usarse 2 bandejas de horno (1 bandeja para cada pizza y persona). Esto es importante, ya que la masa debe quedar finita para que se tueste.

RECETA PIZZA PROTEICA SIN GLUTEN DE AVENA Y ZANAHORIA
PREPARACIÓN (30-40 min):
  1. Trituramos todos los ingredientes de la masa con una buena batidora.
  2. Distribuimos la masa uniformemente en un papel de horno* con una espátula y mucha paciencia. Debe quedar una masa uniforme, muy muy fina de 1-2 mm. Este punto es muy importante, ya que si la masa no queda distribuida uniformemente algunas partes se quemarán y otras quedarán blanduzcas.
  3. Horneamos la masa en una rejilla, a unos 180-190ºC hasta que se empiece a dorar (unos 10-15 min). Vigilad porque pasa de tostadito a quemado en pocos minutos.
  4. Al mismo tiempo, horneamos en otra bandeja un calabacín que habremos cortado a rodajas finas.
  5. Mientras tanto, preparamos la salsa de tomate: trituramos los tomates (o usamos tomate triturado de bote). En una sartén destapada, añadimos el tomate ya triturado, unas gotas de AOVE, la sal y el orégano y cocinamos a fuego alto unos 5 minutos sin parar de remover, hasta que la salsa se reduzca a la mitad. Es muy importante deshidratar la salsa, porque sino la masa de la pizza absorbe este exceso de agua y queda muy pastosa. Este punto es clave, ya que como la masa es muy fina es importante que no se moje o quedará pegada al papel de horno y habrá que comérselo con cuchara. Si usáis salsa de tomate industrial, podéis obviar este paso porque es menos acuosa.
  6. Cuando la masa ya está tostadita, la sacamos del horno. Ponemos la salsa de tomate, las rodajas de calabacín, el atún, las alcaparras y las olivas.
  7. Opcional: si le ponéis queso, podéis volver a poner la masa en el horno para gratinarlo un par de minutos. Yo no le pongo porque no tomo lácteos y los quesos veganos (en general) son una guarrada.

*Intento evitar al máximo el papel de horno porque la mayoría tienen muchos tóxicos, así que siempre que puedo uso una bandeja de silicona platino o de cristal. Sin embargo, en este caso es importante usar papel de horno y la rejilla para que la masa se seque al hornearla. Si usamos una bandeja, la masa no respira por debajo y no se seca, no quedará crujiente y se quedará pastosa y pegada a la bandeja.

Ir arriba