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¡Me encanta el hummus! Es tan versátil… se puede hacer de (casi) cualquier cosa.

Es tan fácil como triturar una base de legumbre (la receta original lleva garbanzo, pero también se puede hacer de lentejas, alubias, guisantes, etc), y añadir un poco de limón, ajo, sal y tahini, cuyos sabores contrastan entre ellos y le dan cuerpo a la receta.

Y si os sentís inspirados, podéis añadirle un «algo» que lo haga más interesante; olivada, remolacha, zanahoria, menta, o como en este caso, aguacate. El resultado no puede fallar, para empezar porque el aguacate está buenísimo con todo, y además le aporta una cremosidad al plato increíble.

Además, el hummus es una forma genial de hacer comer legumbres a los niños, y como está triturado es más digerible (y también de porque el limón y el comino facilitan la digestión de cualquier legumbre).

Por si fuera poco, este plato es sumamente nutritivo. Para empezar, es una buena fuente de proteína vegetal (gracias al garbanzo y en menor medida al tahini), rico en grasas saludables (aguacate y tahini), y en calcio (tahini y garbanzos). Y si lo coméis con unos bastoncillos de zanahoria, apio o pepino, ya aportáis a la comida la parte de verdura, con lo que lo convierte en un equilibrado plato único (muchas hortalizas, hidratos complejos y grasa de calidad). De hecho, en verano muchos días esta es mi comida.

Por cierto, las legumbres son una fuente genial de almidón resistente, sobre todo si se guardan en nevera (como los hummus). Así que un hummus del día anterior será más sano todavía, si cabe.

INGREDIENTES (2 personas):
  • 400 g de garbanzos (cocidos caseros o de bote)
  • 1-2 aguacates
  • 1 cs de tahini
  • zumo de 1 limón
  • 1-2 dientes de ajo
  • 25-50 ml agua (dependerá del tipo de garbanzos y lo suaves que estén. Por lo general, si están cocidos en casa quedan más duros y se necesita más agua: 50-75 ml)
  • 1-2 cp de sal marina

PREPARACIÓN (5 min):

  1. Trituramos todos los ingredientes con una batidora muy potente, tipo Thermomix®. Vamos añadiendo el agua poco a poco hasta conseguir la textura deseada.

Consejo: los paladares son muy tiquismiquis, a cada uno le gusta un punto diferente de acidez, sal, etc. Además, cada diente de ajo un grado de picante diferente, cada limón tiene una acidez diferente, cada remolacha tiene una dulzura diferente. Dad por sentado que usando los mismos ingredientes, cada día nos quedará un hummus distinto. Por ello es mejor añadir el limón, el ajo y la sal poquito a poquito: empezar con 1/2 cs de sal, medio limón y medio diente de ajo e ir retocando al gusto.

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