La compota de manzana es una fuente excelente de pectina, alimento maravilloso para nuestra microbiota intestinal. Si no conocéis mucho (o nada) la pectina os recomiendo que os paséis por este post.

La podéis tomar sola como postre, como topping en yogures (en sustitución del típico yogur edulcorado con mermelada de fresas, que está cargadísimo de azúcar) o en tostadas. También podéis utilizarla en repostería como sustituto de la mantequilla (para reducir el aporte de grasa de la receta, en intolerantes a ella o en veganos), como sustituto del huevo (perfecto para recetas veganas), o como endulzante para hacer pasteles o magdalenas.

Mi forma preferida de tomarla es en una tostada de pan de trigo sarraceno sin gluten casero, untado con un poco de tahini y por encima una cucharada de compota de manzana. Una versión mucho más saludable del famoso sándwich americano de pan bimbo, crema de cacahuete y mermelada de fresa (cuyo pan es de la peor calidad, con harina de trigo blanca, llena de gluten y preparado con una fermentación corta o nula. El cacahuete tiene un perfil lipídico mucho peor que el del tahini (pese al boom que ha tenido en los últimos años el cacahuete es muy rico en omega 6 proinflamatorio). Y de la mermelada industrial ni hablamos, es casi todo azúcar).

INGREDIENTES:
  • Manzanas ecológicas* (las que queramos)
  • 1 cp de canela ceylan
  • 1 chorrito de agua mineral

*Es importante que sean ecológicas porque nos interesa comernos la piel. Es allí donde hay la mayor cantidad de pectina. Sin embargo, también es en la piel donde se acumulan más los pesticidas. Y precisamente las manzanas son una de las frutas que más pesticidas acumula. Por tanto, si no las usáis ecológicas, mejor pelarlas y perder esta pectina extra.

PREPARACIÓN (35 min):
  1. Lavamos las manzanas y las cortamos a cuartos. Les quitamos el rabillo y las pepitas. Únicamente peladlas en el caso que no sean ecológicas.
  2. Las ponemos en un cazo y añadimos un poco de agua (hasta que cubra las manzanas) y la canela.
  3. Cocinamos a fuego medio durante 20-30 min, hasta que las manzanas estén blanditas y se deshagan al aplastarlas con una cuchara.
  4. Si no hemos pelado las manzanas, veréis que la piel no se ha deshecho, así que deberemos triturarlo todo con una batidora para integrar la piel con la pulpa. Si las habíais pelado porque no eran eco, podéis obviar este paso porque la pulpa se tritura incluso con un tenedor.
  5. Guardamos en un tupper en nevera. Aguanta unos 4-5 días.

También las podríais hacer en el horno: se cortan las manzanas a cuartos y se reparten en una bandeja de horno. Se espolvorea canela por encima. Podéis añadirle un poquito de agua (sin llegar a cubrir las manzanas). S­e hornean durante 20-30 min a 180ºC. Luego se trituran y listo.

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