¿Os gusta el brócoli?

No sé por qué, pero solo hay dos posibles respuestas a esta pregunta:

  • ¡Me encanta!
  • ¡¡Uff no!! Qué asco, ¡¡y qué peste!!

Curiosamente, la mayor parte de la gente a la que no le gusta el brócoli es por algún recuerdo traumático infantil (normalmente del cole) en el que le obligaron a comer este vegetal, y que además, me apuesto lo que sea, lo servían extra hervido (completamente pasado y por ende blanduzco). ¿Me equivoco?

Es cierto que la textura del brócoli demasiado hervido no es la más apetecible, y si le sumamos el olor que desprende al cocinarse, junto con la aversión natural de la mayoría de los niños por las verduras, el trauma infantil está casi asegurado. ¿Sabíais que la aversión a probar nuevos alimentos tiene un alto componente genético? Un 49% según un estudio genético realizado en UK.

Si os habéis sentido identificados con esta mini-historia (a los fans del brócoli ya os tenía en el bolsillo), os animo a que le deis otra oportunidad a esta crufícera, pues los beneficios de su consumo son innumerables. Es rico en vitaminas (A, grupo B, C) y minerales (potasio, calcio, fósforo, magnesio, hierro…), fibra, flavonoides (quercetina), etc.

Además, hay que destacar que el brócoli es una fuente excelente de sulforafano. Para todos aquellos que no conozcáis a nuestro amigo el sulforafano, os dejo el link a este post, donde hablo sobre él y sus beneficios.

Esta receta está preparada especialmente para potenciar el efecto de los sulforafanos. 

Por cierto, en este plato, el brócoli se come crudo o casi crudo, con lo que no habrá problemas de “olores” ni texturas blanduzcas.

Otro punto positivo de este plato es que el brócoli preparado de esta forma imita la textura de cereales como el cuscús o arroz, con lo que es una receta genial para quienes quieran reducir el consumo de cereales. Y, evidentemente, este falso cuscús es sin gluten.

Qué me decís, ¿os animáis?

PREPARACIÓN (15 min):
  • 1 brócoli (sin el tallo)
  • 1/2 pimiento rojo
  • 1 naranja
  • 8-10 uvas (o 1 puñado de uvas pasas)
  • 1 puñado de avellanas tostadas
Aliño:
  • 2 cp de mostaza
  • 1 cp de miel (o si queréis más, al gusto)
  • zumo de 1 limón
  • 2-3 tiras de ralladura limón
  • sal
  • pimienta
  • AOVE (al gusto)
PREPARACIÓN (15 min):
  1. Lavamos el brócoli muy bien, ya que lo comeremos crudo o casi crudo.
  2. Cortamos el brócoli en ramilletes.
  3. Trituramos el brócoli con la Thermomix hasta que quede tipo cuscús (unos 4-5 seg., vel. 6)
  4. Podéis usar cualquier procesador de alimentos.
  5. (Opcional) Cocinamos el brócoli en la Thermomix (o sartén) 1-2 minutos para «matar» cualquier bicho y hacerlo más blandito y digerible. No más de 2 min o quedará pastoso. Podemos añadir una cucharada de AOVE o agua para que no se pegue. Yo si lo veo fresco lo uso crudo directamente.
  6. Cortamos el pimiento, la naranja pelada y las uvas, a daditos.
  7. Para el aliño, trituramos todos los ingredientes en la Thermomix o procesador de alimentos.
  8. Mezclamos el aliño con el resto de ingredientes.
  9. Decoramos con más avellanas y un chorrito de AOVE.

¡A comer!

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