La mermelada industrial es una guarrada. Y punto.

Eso no será una sorpresa para la mayoría, ya que todo el mundo sabe que la mermelada es básicamente azúcar (añadido, y para el colmo, refinado).

Lo que a mí me sorprende más es que el 95% de las recetas «caseras» de mermelada que encontramos en internet están igualmente minadas de azúcar. O sea que eso de que «lo casero siempre es mejor»… no amigos.

Pero no sufráis. Como no podría ser de otra forma, mi receta es SIN AZÚCAR y SIN EDULCORANTES, aunque por supuesto, contiene el azúcar naturalmente presente del higo, que ya de por sí es una fruta dulce, y más al estar cocinada.

Eso sí, nada que ver con una mermelada azucarada. Para que os hagáis una idea, la típica mermelada que podáis encontrar en el super contiene aproximadamente un 50% de azúcares (entre el azúcar añadido y los azúcares de la fruta), mientras que la mía, que solo contiene los azúcares del higo, lleva un 20% como mucho. Además, estos azúcares están acompañados de fibra, vitaminas y minerales y en la propia matriz del alimento, con lo que su absorción será menor y más lenta. Recordad que hay muchísimos factores que influyen en la capacidad de un alimento de hacernos engordar, no solo su número de calorías o los gramos de azúcar.

INGREDIENTES (4-5 tarros medianos):
  • 1 kg de higos
  • 1-2 cp de agar-agar
  • zumo de medio limón
PREPARACIÓN (30 min):
  1. Pelamos los higos (hay algunas variedades que se pueden comer con piel).
  2. Ponemos todos los ingredientes en una olla.
  3. Trituramos con una batidora de mano.
  4. Hervimos unos 20 min*, removiendo de vez en cuando.

*Es posible que necesitemos más tiempo, si los higos no están muy maduros.

CONSERVACIÓN:

Podéis conservarla en botes de cristal previamente esterilizados y cerrados al vacío. Para ello, debemos esterilizar los botes hirviéndolos durante 10-15 minutos. Luego, los llenamos con la mermelada aun caliente, los cerramos y los dejamos enfriar boca abajo. De esta forma se formará un vacío que evitará la proliferación de bacterias y hongos (ya que necesitan oxígeno para proliferar).

Dicho esto, personalmente me es mucho más fácil y rápido congelar los tarros directamente una vez enfriados que pasar por todo el proceso de esterilización, que además, conlleva sus riesgos.

Otra cosa que debéis tener en cuenta es que, una vez abierta, esta mermelada se conservará solo 4-5 días en la nevera, ya que casi no contiene azúcar ni conservantes artificiales. Las mermeladas industriales se conservan sin peligro durante meses una vez abiertas porque tienen muchísimo azúcar, y aunque parezca contradictorio, el azúcar en concentraciones muy altas actúa como conservante. ¿Os habéis fijado que podéis dejar un tarro de miel en la despensa durante años y nunca se enmohecerá? Es por que es azúcar casi en su totalidad.

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