Seguro que habréis oído que no debemos abusar de las carnes rojas, y que si decidimos incluirlas en nuestra dieta (no es obligatorio para llegar a la cantidad mínima recomendada de proteína ni de hierro, ni mil cosas más que se dicen por ahí), debe ser de forma esporádica y siempre de calidad (a poder ser ecológica, o sino, de pasto). 

Si no os podéis permitir comprar carne ecológica os recomiendo que compréis tipos de carne o partes más magras. Se sabe que las hormonas, antibióticos y demás toxinas se acumulan en la parte grasa del animal, con lo que si la carne no es de calidad es mejor no comer la grasa. Por tanto, una opción sería, por ejemplo, comprar pechuga de pollo “normal” y ocasionalmente permitiros unas costillitas de cordero ecológico.

He aquí otro consejo. Podemos aprovechar para comprar carne ecológica en gran cantidad cuando está en oferta, congelarla e irla usando a lo largo del mes.

INGREDIENTES (3 personas):
  • 1 redondo de ternera ecológica (aprox 500 g)
  • 250 g de setas gírgolas
  • 300 g de salsa de tomate casera o tomate triturado*
  • 2 calabacines
  • 1 cebolla morada grande
  • 3 dientes de ajo
  • especias al gusto

*Siempre es mucho mejor utilizar salsa de tomate casera, o en su defecto, si no tenemos, tomate triturado de bote, que está mucho menos procesado que cualquier salsa de tomate frita que podamos comprar.

Una opción muy saludable que hace mucha gente es preparar cada pocos meses una buena olla de salsa de tomate, que luego congela en porciones para irla usando.

Si no sois del tipo precavido, también podéis guardar en vuestra despensa botes de tomates pelados enteros o tomate triturado, y prepararos vuestra propia salsa de tomate casera al momento. Os prometo que no tardaréis más que 5 minutos, y el resultado no tiene nada que ver con el tomate frito industrial (vuestro paladar, vuestro bolsillo y vuestra microbiota os lo agradecerán. Y digo microbiota, porque el 99,99999% de salsas de tomate frito que podamos encontrar están fritas en aceite refinado).

Os dejo con una reflexión. Es curioso que tenemos asociado la salsa de tomate o tomate frito a la típica comida de pobre. Sin embargo, un botecito de 200 ml de tomate frito cuesta mínimo 1 euro, lo mismo que 1 kg entero de tomates frescos.

PREPARACIÓN (70 min):
  1. Lavamos muy bien las gírgolas y los calabacines. Cortamos las gírgolas por la mitad y los calabacines a láminas finas. Picamos la cebolla y los ajos.
  2. En una bandeja de horno añadimos todos los ingredientes.
  3. Horneamos a 180ºC durante 1 hora aprox.

Ya lo habéis visto, con una preparación de 5 min, os marcáis un platazo digno de restaurante.

Ir arriba