La yuca es un alimento rico en almidón, que tal como os explicaba en este post, es fundamental para que los panes sin gluten tengan una textura más esponjosa, parecida al pan de toda la vida.

A veces utilizo directamente almidón de yuca en polvo (lo encontraremos con el nombre de almidón de tapioca) pero me parece que es más natural utilizar directamente la yuca hervida (o patata hervida, otro tubérculo rico en almidón), ya que además, el pan sale más económico.

¿Sabíais que si una vez horneado, dejamos enfriar el pan, lo cortamos y lo congelamos, y luego lo tostamos, se reduce su carga glucémica, ya que el almidón que contiene se convierte en almidón resistente? Por si alguno no tiene muy claro lo que es el almidón resistente, es un tipo de almidón que no nuestro organismo no puede digerir ni absorber a nivel del intestino delgado, con lo que llega al colon, donde nuestras bacterias beneficiosas se pegan un festín. Si no lo conocíais, os recomiendo este post hablo, donde hablo más en detalle del tema.

¡Así que con este pan no solo nos alimentamos nosotros, sino también nuestras amigas las bacterias intestinales!

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INGREDIENTES:
  • 200 g de yuca hervida
  • 400 de agua
  • 300 g de harina de trigo sarraceno
  • 100 g de harina arroz integral
  • 1 cs azúcar
  • 1 cp de levadura de panadería
  • 1 cp de sal
  • 1 cs de goma xantana o psyllium
  • 1 cp de lecitina de soja
  • 1-2 cs de AOVE
  • 2 cs de chía
  • Especias: las que queráis, yo le he puesto cúrcuma, pimienta negra, romero y orégano.
  • Semillas y frutos secos: los que queráis, recordad que si las semillas son pequeñas deben triturarse antes

PREPARACIÓN (3 horas):

  1. Preparamos los huevos de chía mezclamos las 2 cs de chía con 6 cs de agua. Dejamos reposar 30 min para que se forme el mucílago.
  2. Mientras tanto pelamos la yuca, y le quitamos el rabillo de dentro. La cortamos a trozos y la hervimos hasta que esté bien blandita. Dejamos enfriar.
  3. Incorporamos todos los ingredientes a la cubeta de la panificadora y marcamos el programa sin gluten.
  4. Dos horitas después, la máquina hace pip pip piiiip… ¡y ya lo tenemos!

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